Se acercan las fiestas navideñas y nos enfrentamos un año más al dilema de qué regalar en estas fechas tan significativas y al mismo tiempo, tan consumistas y en un contexto muy complicado para muchas familias. Los juguetes son un elemento que contribuye al desarrollo integral de los niños y niñas, de ahí la importancia de elegir juguetes no sexistas para contribuir a desarrollar actitudes favorecedoras de la igualdad y que cuestionen los roles tradicionales. Los catálogos de juguetes nos siguen representando a niños y niñas con elecciones vitales distintas y desiguales que refuerzan los roles tradicionales de género y que no dejan opción la libre elección. Nuestros niños y niñas ya saben que las páginas azules les remiten a ellos y las rosas a ellas, no se les deja otra opción y de esta forma seguimos perpetuando una socialización en la que la desigualdad de género se presenta como algo casi natural y por tanto, incuestionable. Los juguetes favorecen que niños y niñas se construyan en clave de género por oposición: soy un niño porque hago/juego con cosas de niños y no de niñas y soy una niña porque hago/juego con cosas de niñas y no de niños, salirse de la norma implica la estigmatización social y para evitarlo niños y niñas se mantienen en lo que su rol de género les impone.
Seguimos regalando a las niñas cocinas, elementos de limpieza, muñecos bebés, incluso cuando son juguetes tecnológicos se presentan en versión rosa para las niñas y con juegos que nos remiten nuevamente a los cuidados. A los niños se les regalan pelotas, coches, juegos de construcción, etc. De esta forma seguimos fomentando el rol de cuidadora y responsable de los trabajos domésticos para las niñas y a los niños les ofrecemos juguetes que les orientan profesionalmente y a actividades que se realizan en el espacio público. La dicotomía espacio privado/femenino, espacio público/masculino está presente en las elecciones de juguetes que hacemos, así que si queremos cambiar los roles, si queremos avanzar en un modelo de sociedad en la que las elecciones que hacemos mujeres y hombres sean auténticamente libres y no condicionadas por los roles de género, esta Navidad, regala igualdad.
Los juguetes no tienen sexo, es el modelo social y cultural el que impone esa diferencia. Si regalamos en clave de igualdad estaremos favoreciendo que niños y niñas amplíen sus opciones, desarrollen habilidades más diversas, que aprendan más y que se reconozcan y respeten en la diversidad y al mismo tiempo reconozcan al otro/otra no como un opuesto sino como un igual con libertad para elegir.