Hoy se conmemora el Día
Internacional para la eliminación de la violencia hacia las mujeres, un día en
el que tenemos la obligación de recordar que todas las formas de violencia
ejercida contra las mujeres suponen un grave atentado al derecho a la libertad,
la salud, la integridad física y psíquica, la seguridad, la dignidad y la vida
de las mujeres. Desde el año 2000 un total 79 mujeres han sido asesinadas en
Canarias. Desde principios de este año, se han producido en las islas 3
asesinados machistas, que han costado la vida a dos mujeres y un menor. Son
muchas vidas truncadas violentamente y muchas mujeres y sus hijos e hijas que
sufren cada día la violencia.
Una violencia que
podemos calificar de terrorismo machista. El lenguaje importa y nos ayuda a ser
conscientes de la dimensión del problema. La RAE define la palabra terrorismo
como “dominación por el terror”,
“sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror”. Dominación y
control por medio del ejercicio de la violencia, por medio del terror, de la
amenaza constante. Una realidad con la que conviven muchas mujeres día a día y
frente a la cual tenemos la responsabilidad como sociedad de reaccionar. Las
mujeres que sufren violencia, las víctimas de la violencia machista se merecen
la misma respuesta social que otras víctimas de otros terrorismos. Frente a
cualquier violencia terrorista no existen víctimas de primera y víctimas de
segunda.
El miedo es un mecanismo
de control y coacción, y la crisis económica viene a añadir un nuevo elemento disuasorio
a la hora de que las mujeres puedan romper con sus agresores. Incertidumbre,
miedo y dependencia económica explican
la disminución constante en el número de denuncias. La incertidumbre económica,
la precariedad endémica en la que se encuentran muchas mujeres y las políticas
ultraconservadoras que atentan contra el Estado del Bienestar afectan
gravemente a las mujeres víctimas del terrorismo machista.
La violencia de género
es la manifestación más terrible de la desigualdad y en una sociedad en la que
las desigualdades sociales se incrementan día a día, en la que los derechos de
ciudadanía son cuestionados y recortados por las políticas conservadoras del
Gobierno de Rajoy, que limita los derechos y libertades de las mujeres, no es
de extrañar que la violencia machista se vea reforzada.
También me gustaría
invitarles a reflexionar sobre la normalización de la violencia hacia las
mujeres en nuestra sociedad. No podemos minimizar sus consecuencias, ni podemos
mirar hacia otro lado. Tenemos que acabar con todas las estructuras, discursos,
actitudes y prácticas que día a día contribuyen a justificarla y por tanto, a
perpetuar la desigualdad. Mientras exista violencia hacia las mujeres no
podremos decir que vivimos en una sociedad libre y con igualdad.
Somos responsables a la
hora de construir una sociedad más justa, más libre y con más igualdad para
todos y todas. La crisis económica, la incertidumbre social y el miedo no
pueden ser una excusa para no comprometernos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario