lunes, 16 de abril de 2012

La mujer gitana, motor de cambio social



Y por bandera mis sentimientos, 
romperé barreras y pentagramas,
seré la dueña de mis destino, 
gritaré libre, libre, libre". 
Himno de la Mujer Gitana



El 10 de abril tuve la oportunidad de participar en la conmemoración del Día Internacional del Pueblo Gitano, un día que aprovechamos para hacer un reconocimiento al papel que juegan las mujeres gitanas en sus comunidades. El acto contó con la presencia Diego Fernández Giménez, Director del Instituto de la Cultura Gitana, Soraya Giménez Clavería, técnica del Instituto de la Cultura Gitana, Estefanía Castro Chávez, Directora General de Juventud del Gobierno de Canarias, Olga Barrera, Presidenta de la Federación de Asociaciones Arena y Laurisilva y  Josefa Santiago, presidenta de la Asociación de Mujeres Gitanas Romí Kamela Nakera, una asociación que tiene un nombre que simboliza muy bien la lucha de las mujeres gitanas: “las mujeres gitanas queremos hablar”

Cuando hablamos de igualdad de género, y hablamos de las mujeres, con mucha frecuencia nos olvidamos de las mujeres gitanas. Transitamos el mismo espacio pero no propiciamos lugares de encuentro que nos permitan darnos cuenta que, seamos gitanas o no gitanas, hay cuestiones que nos afectan a todas por el mero hecho de ser mujeres. Pero además, las mujeres gitanas se tienen que enfrentar a la invisibilidad de la comunidad gitana en nuestra sociedad, y a estereotipos y prejuicios que nada tienen que ver con la realidad. Las mujeres gitanas y su lucha por el reconocimiento de sus derechos permanece invisible para gran parte de la sociedad, pero lo cierto es que hace ya tiempo que han empezado a recorrer el camino de la igualdad, enfrentándose a sus propias barreras y a la doble discriminación que todavía hoy supone ser mujer y ser gitana.

Vivimos en sociedades en las que el patriarcado hunde profundamente sus raíces, un patriarcado que ha definido lo que somos y lo que pueden llegar a ser las mujeres, imponiéndonos muchas limitaciones para nuestra plena participación en la sociedad en clave de igualdad.

Es importante tomar conciencia que negar a las mujeres su participación en igualdad de derechos y con las mismas oportunidades que los hombres es, simplemente, una injusticia. La identidad cultural no se garantiza controlando a las mujeres, sino todo lo contario, permitiendo que las mujeres sean parte activa, desde la libertad, en el desarrollo de sus comunidades, y para ello deben tener su propia voz y participar en la toma de decisiones. La defensa de la identidad cultural nunca puede ser la excusa para limitar los derechos de las mujeres. El Pueblo Gitano representa muchos valores como el respeto a las personas mayores o la solidaridad, pero una cosa es la cultura y otra bien distinta las costumbres y, las costumbres, cuando no son justas, se deben cambiar.

Rebelarse contra las injusticias que impone la costumbre no es un ataque a la  cultura o la identidad propia. No se trata de elegir entre ser gitana o ser mujer, se puede trabajar y defender la igualdad entre mujeres y hombres desde la propia identidad como mujer gitana. Mejorar las condiciones de vida y las oportunidades de las mujeres gitanas también contribuirá a mejorar la vida del Pueblo Gitano.  Este es el reto que asumen las mujeres gitanas.

Las asociaciones de mujeres gitanas han realizado y siguen realizando un gran trabajo, visibilizando a las mujeres, contribuyendo a sensibilizar sobre la importancia de la planificación familiar, retrasar la edad de casamiento o la importancia de la educación. Mujeres que reivindican también, igual que las no gitanas, la igualdad de oportunidades, la independencia en lo económico y en lo afectivo, en lo personal y en lo profesional. Han tenido que luchar mucho, enfrentándose muchas veces a la incomprensión de su propio entorno, pero son valientes y luchadoras. Ellas representan la lucha por la libertad y los derechos de las mujeres gitanas y han decidido que su voz no va a ser silenciada. Ellas son las protagonistas del cambio pero en esa lucha no van a estar solas, vamos a estar a su lado combatiendo los estereotipos, los prejuicios y las actitudes discriminatorias.

Y por ese motivo, como dice el Himno de la Mujer Gitana, para generar las condiciones que nos permitan conseguir los mismos derechos y las mismas oportunidades tenemos que avanzar “TODAS JUNTAS SIN MIEDO A LA LIBERTAD”.

Me he permitido coger una frase del I Congreso de Mujeres Gitanas:
“Tenemos derecho a poder vivir la vida que soñamos y tenemos la responsabilidad de abrir esta puerta de cambio, de transformación y de esperanza a nuestras niñas y a todas las mujeres que no han podido estar aquí”.

Sastipen thaj Mestepen (Salud y libertad)

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